Padres y líderes


3356La semana pasada celebramos el día del padre. Y yo, pensando en mi padre y en mí como padre, recordé lo que me dijo mi amigo Manuel, compañero de trabajo:

«Quien puede educar a tres hijos, puede hacer lo que quiera en cualquier empresa. Educar bien y liderar bien tienen mucho en común».

Su frase me llevó a pensar sobre las tres cosas más importantes en las que se asemejan los buenos padres y los buenos líderes, y en mi opinión son:

  • ¡Ejemplo! El buen padre (educador), como el verdadero líder, son ejemplo de los suyos. Inspiran, no imponen. Quien intenta imponer su liderazgo a la fuerza nunca lo alcanzará, por que el liderazgo es otorgado por otros, no es algo que se pueda exigir o comprar.
  • Búsqueda del bien global de la organización o familia, por encima de los intereses particulares. Todo buen líder piensa en el bien general del equipo, al igual que el padre lo hace con la familia. La búsqueda del beneficio propio en perjuicio de los de los equipos no es una conducta de estos dos tipos de personas.
  • Los dos buscan incansablemente y hasta el final sacar lo mejor de las personas que forman su equipo o su familia. Desarrollan y exigen a los que les rodean. Al mismo tiempo, tienen la suficiente humildad como para reconocer sus deficiencias y para admitir ser sobrepasados en virtudes y conocimientos por los que lideran. Conocen a los suyos y son justos en las decisiones que les conciernen.

Como resumen diría que consiguen que los hijos o los miembros de su equipo triunfen individualmente generando una vinculación muy fuerte con el resto de los liderados y un compromiso verdadero hacía los objetivos del equipo y/o familia.

Como claramente se nota, estoy de acuerdo con Manuel.

Espero que os hayan gustado y que os sirvan estas pequeñas reflexiones para pensar sobre la responsabilidad tanto de los padres como de los líderes.